Mediante la exposición de una parte del cuerpo a una pequeña dosis de rayos X, se obtiene una imagen fotográfica de los órganos internos. La imagen que se obtiene es bidimensional y con diferentes tonos del blanco al negro que permiten separar estructuras y delimitar tejidos.
Radiografía musculoesquelética
Sirve para valorar principalmente las estructuras óseas y las articulaciones.
Como mínimo para una aproximación al diagnóstico es necesario hacer dos posiciones pero según los casos puede ser necesario realizar posiciones oblicuas o incluso radiografías de la extremidad sana para poder evaluar las lesiones.
Radiografía simple de abdomen
Se usa para evidenciar lesiones en las vísceras (hígado, riñón, útero, próstata, etc) y asas intestinales.
La exploración se realizará normalmente en posición lateral y con el animal tumbado boca arriba.
Estudio digestivo de contraste
Es una exploración radiológica especial que sirve para estudiar el esófago, estomago, duodeno e intestino delgado. Durante la prueba se administrará al paciente un contraste por vía oral. Si la zona a estudiar es el intestino grueso el contraste se administra a través del recto.
Este contraste impregna las paredes del tubo digestivo y se visualiza con rayos X, permitiendo de esta manera estudiar algunos tipos de enfermedades digestivas.
Radiología torácica
El objetivo de la radiografía de tórax es evaluar los pulmones, corazón y las estructuras que le acompañan.
Normalmente se emplean 2 proyecciones para el diagnostico, una con el animal tumbado de lado y otra sobre el esternón o sobre la espalda.
Las posiciones pueden variar en función de las indicaciones del veterinario y según la patología.